Era un dia lunes por la mañana cuando yo iba hacia la ciudad de San Miguel, eran como las 7:30 a.m. Ese dia yo iba en el bus que va de Gotera hacia San Miguel. Cuando llegamos al kilómetro 18 donde hay una gasolinera, un señor de unos 47 años se subio al bus por la puerta de atrás y comenzó a caminar hacia adelante y al mismo tiempo a hablando de Dios. Yo dije que bueno que se haya subido para darnos un mensaje en el comienzo del día, pero paso algo que de verdad no me lo esperaba.
El dis que predicador evangélico comenzó a decirnos que Dios es bueno y que hay que aceptar a Dios porque si no lo aceptamos nos vamos derechito al infierno. Bueno eso es cierto y dijo: antes de continuar levanten la mano los hermanos evangélicos que van abordo de este bus. Pues solo uno iba en el bus. Entonces el dijo: Dios dijo que donde estén uno o dos reunidos en su nombre que ahí estará el. Con estas palabras nos discrimino a todos los que no somos evangélicos, no solo con las palabras sino también con el tono de voz.
Después de hablar un poco de Dios se fue directo al grano diciendo que el lo que necesitaba de nosotros era un colaboración porque una hermana de ellos había muerto y que no tenia los recursos necesarios para el entierro.
En el segundo asiento del lado izquierdo iba una señora un poco gorda con una niña sentada en las piernas, comenzó a pedir desde los primeros asientos y cuando llego donde estaba la señora el le extendió la mano y la señora no le dio dinero, cuando el estaba de espalda la señora movió un brazo para abrazar a la niña porque en una curva la niña se le iba a caer, cuando levanto el brazo para abrazar a la niña le toco la espalda al dis que predicador, el rápido se dio vuelta pensando que le iban a dar dinero, cuando vio que la señora no le dio nada entonces le soltó un codazo a la señora en la cabeza y le pego en la parte de atrás. Toda la gente se le quedo viendo al predicador, la señora golpeada solo se le quedo viendo y no le dijo nada, y desde ahí nadie le dio dinero. Yo ya tenia mi colaboración pero cuando vi el suceso mejor me guarde el dinero.
Yo conozco muchas personas evangélicas que son amables y no discriminan a los demás, mis respetos hacia ellos, pero con este hombre uno se pude poner pensar que en verdad el dinero no era para un entierro si no que era para el.
Hay muchas personas en este mundo que hacen negocio de la palabra de Dios de esta manera. Hay que tener cuidado con eso porque uno le puede estar dando dinero a alguien pensando que es para una buena causa y la realidad es otra.
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